Monísimas y deseando subirse al yate que tenían que promocionar en las redes sociales, Alba Carrillo, Noemí Salazar, Estela Grande y sus madres, se han dirigido al puerto de Cedeira para lucir como estrellas en alta mar. Sin embargo, ni yate ni lujo ni brindis con champán en el mar, las Pijitanas se han encontrado con el yate de Zapa, un barco pesquero con un olor a pescado que no se podía aguantar.
Con mucho humor e intentando impresionar a sus invitadas, Zapa, el capitán del barco pesquero, ha bromeado con las chicas y las ha repartido los uniformes de trabajo que se tenían que poner. Raquel no ha dudado en vacilar al marinero y las chicas hasta han visto glamourosas las botas de pescador que se iban a poner. Han intentado ver la elegancia y el glamour donde no lo había, pero la diversión les ha durado muy poco.
Las Pijitanas tenían que hacerse una foto en alta mar dentro del barco y han hecho de todo menos la foto. En el momento que el yate de Zapa se ha puesto en marcha y ha comenzado a navegar sobre las olas, las Pijitanas y sus madres se han puesto de todos los colores y han echado hasta la cena del día anterior por la borda.
Alba Carrillo se ha agarrado a un cubo como Kate Winslet se agarró a la última tabla del Titanic y Noemí ha tenido claro que no valía para nada “Me decían que era la Pantoja en el entierro de Paquirrí, iba desmayada”. Las chicas han vivido una de las peores experiencias de su vida y los marineros se lo han pasado pipa viéndolo.