Tras una noche loca de cumpleaños, con striptease incluido, Cristo ha abandonado su casa tras el ultimátum de la casera. El estilista ha dejado su hogar completamente hundido: “Me voy de aquí con complejo de caracol”. Ahora, está buscando techo donde refugiarse y ha recurrido a su amiga Fernandi, a la que no le ha hecho mucha gracia que Cristo se convierta en su nuevo compañero de piso: “Yo al Cristo no le aguanto”.