Mario Vaquerizo decidía enfrentarse a sus pánicos en ‘Los miedos de…’ y lo hacía junto a su hermana Marta. “Tengo un miedo atroz a todo lo relacionado con el mundo de los reptiles. Me entra una cosa queme descompongo, como un escalofrío que… no sé, no te lo puedo explicar”, aseguraba antes de comenzar la aventura.
“Ese miedo que me ha florecido con el tiempo, quien más lo puede entender es mi hermana, nos llevamos cuatro años y desde que mi hermana nació no me he separado de ella”, comentaba el artista.
“A ver es que, a mí, lo que es la naturaleza tampoco es que me guste mucho”, decía Vaquerizo llegando a las primeras coordenadas e intuyendo lo que le esperaba. Y es que, para superar sus miedos, Mario tenía que entrar en un recinto lleno de iguanas y relacionarse con ellas.
Al final, el colaborador encontró el arrojo para meterse en el recinto junto a los reptiles, aunque quiso advertir al responsable: “yo suelo ser una persona sociable y agradable, pero cuando me enfrento a una situación así que no controlo, puedo ser muy ordinario, y decir cosas feas, pero no las estoy diciendo hacía ti…”.
Y su primera experiencia no se iba a quedar aquí, ahora le tocaba pasar al recinto de las serpientes. “No me jo***, es que te pueden ahorcar… ¡Que se comen a ratones y elefantes!”, decía mientras huía despavorido.
Mario no pudo ni tocarlas, un miedo que él parece tener claro de dónde le viene: “Es un miedo que ha ido creciendo por lo que yo he vivido con mi madre… mi madre tiene mucho miedo a todo este tipo de situaciones”.
Sus siguientes coordenadas le iban a llevar hasta una clínica veterinaria, a encontrarse con un veterinario especializado en animales exóticos. “Otra vez no…”, aseveraba Vaquerizo al ver entrar Jorge con una serpiente entre sus manos”.
“Para perder un miedo lo que tenemos que hacer es enfrentarnos a él, si nosotros huimos ese miedo se acentúa” decía el veterinario mientras, sorprendentemente, el cantante parecía tranquilizarse. Mario Vaquerizo acabó incluso casi cogiendo a la serpiente.
Como reto final y para saber si ha superado su miedo a los reptiles, Mario se enfrentaba a una sesión de fotos muy especial. “Estaba muy tenso, sabía que algo gordo iba a llegar”, aseguraba el fotógrafo.
Finalmente, para superar su miedo, Mario Vaquerizo tenía que posar e interactuar con una enorme pitón. “Al principio me he asustado mucho, pero después ha sido como un flechazo, yo he gustado a Yemita y Yemita a mí me ha enamorado”. “Jamás pensaba que yo podría abrazar a ese animalito”, comentaba orgulloso de su hazaña. “Estoy muy contento porque mi mujer va a estar muy orgullosa de lo que va a ver aquí”, aseguraba emocionado Mario.