Según el notario Carlos Masiá, el asesor fiscal de Urdangarin le indicó a qué decir si Cristina no quería firmar la compra. En tal caso, le indicaría que el Banco ya había iniciado las gestiones para conceder la hipoteca. Compraron el palacete en 2004 por 5.800.000 € con una hipoteca a 30 años.