Los pensionistas toman la calle y alzan la voz gran parte de España
Denuncian una exigua subida del 0.25% en sus pensiones frente al encarecimiento de los precios, lo que produce una merma de su capacidad adquisitiva, su empobrecimiento. Los pensionistas se echan a las calles en un centenar de localidades y rompen y queman las cartas que han recibido de la ministra de Empleo comunicándoles la subida.
Pero la imagen más abrumadora es la de Bilbao. Llevan seis semanas manifestándose cada lunes frente al Ayuntamiento y esta vez ha sido la más contundente con miles de personas que han colapsado el puente del Ayuntamiento en en su camino a la delegación del Gobierno.
En Madrid, 10.000 personas se han concentrado frente a las puertas del Congreso y, entre protestas, han entonado su himno: "Cuando te dejan sin techo y sin trabajo el salario no da para comer". Aquí es donde se ha producido un momento de tensión cuando un grupo de pensionistas intentaba saltarse el cordón policial empujando las vallas, los organizadores intentaban mantener el orden pero finalmente conseguían superar el cordón por un lateral.
El testimonio de Ángel: “Vivo en un solar sin luz ni calefacción”
A lo largo de la mañana hemos escuchado muchos testimonios y entre ellos el de Ángel, cuya situación es extrema: tiene 71 años, cobra 524 euros y no tiene vivienda: “Vivo en un solar sin luz ni calefacción gracias a Rajoy y Montoro”.
El futuro de las pensiones ¿cómo influirá el factor de sostenibilidad?
El 1 de enero de 2019 entrará en vigor el factor de sostenibilidad en las pensiones: como vamos a vivir más, tenemos que cobrar menos. Hasta ahora, este factor no había influido pero según el informe de Analistas Financieros Internacionales (AFI) la rebaja podría llegar hasta el 10% en el año 2035.
Julio no puede evitar la emoción
A última hora de la mañana, algunos pensionistas vendían chapas para costear las próximas movilizaciones. Julio es uno de ellos y reivindicaba que los políticos hagan algo: “Tienen tanta inmoralidad que no son capaces de denunciarlo, con los sueldos abismales que tiene…”, decía y no podía evitar emocionarse.
