Indignación y desolación, es lo que han sentido las personas concentradas a las puertas del tribunal que ha condenado por abuso sexual y no por agresión a los miembros de 'La Manada'. La tensión ha ido en aumento y la protesta ha conseguido romper el cordón policial, hecho ante el que los agentes han tenido que replegarse casi hasta las puertas.