Marisa, de 62 años, es economista en paro y ha agotado todas las prestaciones. Trabajó en EUU como economista, volvió a los 51 y aquí no encontró trabajo. No tiene empleo ni ayudas y ha sido desahuciada dos veces: "Se me han acabado los ahorros, ya no puedo acceder a ninguna vivienda por mi cuenta".