"Los interesados en que se construya este bulevard son los constructores, que son los únicos que van a ganar dinero, y tienen nombres y apellidos: Méndez Pozo, Arranz Acinas, y Copsa. Los vecinos están en contra, y el Ayuntamiento ha accedido a las presiones de esos constructores para hacer esta obra". El Ayuntamiento insiste porque, después de que explotó la burbuja inmobiliaria, las grandes constructoras están ganando menos dinero y necesitan de obra pública para mantener sus niveles de ganancia, a costa de que se lo paguemos entre todos".