Segun afirman fuentes judiciales, la investigación sospecha que los padres de Asunta intentaron matarla dos meses antes. Al parecer, ya tenían hecha la recolecta de medicamenteo, sedaron a la niña y volvieron con ella a la Finca de Teo, el mismo Mismo modus operandi que supuestamente siguieron el día de su asesinato. Según expertos psiquiatras, este es un comportamiento típico en los envenenadores: si no lo logran, vuelven a intentarlo.