Vivian de ocupas en su propio piso, del que fueron deshauciados. Para sobrevivir, vendían cartones, ropa vieja y plásticos. La familia llamó a emergencias a las 02:55 horas, y a las 9:05 volvieron a avisar. Cuando el 061 volvió a las 9 de la mañana, la niña estaba en parada y los padres muy graves. La menor ingresada, única superivviente, declar haber cenado pescado esa noche. Será la autopisia la que revele la causa de la muerte.