Los bancos andorranos siempre han estado en el ojo del huracán, sus cuentas han sido refugio de grandes capitales evadidos de España, un equipo de 'Las Mañanas de Cuatro' graba cómo se abre una cuenta receptora de capital fugado. Tras hablar de cantidades, les llevan a un despacho donde no se habla con rodeos. Piden que el teléfono no esté sobre la mesa, no anotan nada y tampoco les importa el origen del dinero.