Tras la mayoría de los ataques terroristas, el autodenominado Estado Islámico no presenta sus atentados como ataques, lo hace como una legítima defensa frente a agresiones occidentales. A menudo hacen referencia a las Cruzadas, al Al-Ándalus y a aquellos tiempos en los que conquistaron la Península Ibérica para justificar sus acciones. Cuando perdieron el territorio ocho siglos después, Al-Ándalus se convirtió en un mito sobe la unidad musulmana y las Cruzadas en un trauma difícil de superar. Se trata de una humillación que los actuales yihadistas quieren vengar.