Informes recientes, cifran en más de 200.000 el número de mascotas que cada año se pierden en nuestro país siendo los gatos, los mas propensos a extraviarse. Bien sea por su naturaleza independiente o porque es menos habitual que los felinos lleven identificación, lo cierto es que el dato de los que consiguen regresar a casa se sitúa por debajo del 4% a diferencia de los perros, que asciende hasta un 15%-20% en el mejor de los casos.
Si bien es cierto que evitar las pérdidas es complicado, pues está demostrado que 1 de cada 3 mascotas se pierde alguna vez en su vida, hay formas para que su localización sea posible: desde perros rastreadores adiestrados expresamente para ello hasta, diferentes soluciones tecnológicas que mejoran, con mucho, las posibilidades del chip subcutáneo obligatorio. Porque pese a que el chip cumple su función, requiere para su lectura, un dispositivo específico. Y consecuentemente el traslado de la mascota, con el consiguiente estrés para el animal y las molestias para quien lo encuentre. Y eso sin contar con que las veterinarias suelen cobrar por la lectura y los datos suelen estar desfasados.
Otras soluciones pasan por colocarles en el collar un dispositivo GPS conectado a internet por telefonía móvil. Esta solución permite, mediante aplicaciones para móviles, localizar efectivamente a la mascota en el mapa. Su pega no es tanto el costo del dispositivo, que suele ser elevado o el costo mensual de la red de telefonía, como su dependencia de que el propietario recargue metódicamente las pilas. Para que al momento del extravío el equipo este operativo. Cosa que las estadísticas, lamentablemente, demuestran que no suele ocurrir.
Una tercera solución pasa por reemplazar la clásica chapa de toda la vida por una chapa con un código que permita utilizar todo el potencial de la red. Y que se lea con ese dispositivo que todos llevamos en el bolsillo: el teléfono móvil. Este es el caso de Iumiuky Localizator, que mediante un código como el que aparece en los billetes de avión (QR o Respuesta Rápida), proporciona servicios en ambas direcciones. Brindando a quien la encuentra no solo información de cómo devolverla sino datos tales como nombre del animal, edad y otros detalles tales como, si está bajo tratamiento veterinario o si se recompensa su devolución. Y al propietario notificándole, en el mismo momento de la lectura, que ya alguien la ha encontrado. Y lo que es más interesante, accediendo mediante el GPS del propio teléfono, a la localización geográfica de la mascota al momento de la lectura. Lo que se conoce como geo-localización pasiva. Este tipo de soluciones tienen la ventaja de no requerir carga de baterías, ni costos mensuales. Y permiten en algunos casos disponer, inclusive, de un espacio en la nube, para poner toda esa documentación de la mascota (como la cartilla sanitaria) que se nos suele perder cuando más las necesitamos.