Las alergias en las mascotas pueden aparecer cuando su sistema inmunitario reacciona, de una forma exagerada, ante ciertos alérgenos (sustancias que provocan reacciones alérgicas) y que podríamos agrupar principalmente en estos tres grandes grupos: las provocadas por parásitos, por sustancias medioambientales y por trastornos alimenticios.
Si tu mascota sufre algún tipo de alergia es habitual que se rasque, se chupe o se mordisquee de forma compulsiva, esto lo hace para aliviarse y calmar la zona afectada. Como consecuencia de esto, es bastante habitual que se provoquen zonas de piel ulceradas, calvas y erupciones cutáneas.
Algunas alergias también pueden provocar estornudos, dificultades respiratorias, lagrimeo constante, mucosidades excesivas en nariz y ojos y problemas gastrointestinales que se manifiestan con diarreas y vómitos.
El origen y la prevención de la alergia es difícil de determinar, ya que para su desarrollo entran en juego muchos factores, incluso aquellos que provienen de la congenidad o las razas.
Si sospechas que tu mascota sufre algún tipo de alergia, llévalo cuanto antes al veterinario, él determinará de qué tipo o tipos se trata y le pondrá el tratamiento adecuado para que rápidamente podáis volver a disfrutar juntos sin temor a las alergias.