Las vacunas funcionan estimulando el sistema inmunológico de tu gato para que produzca defensas contra enfermedades específicas
Las vacunas protegen a tu gato y ayudan a prevenir la propagación de enfermedades a otros animales
Existen vacunas vacunas esenciales (vacunas "core") y vacunas no esenciales (vacunas "no-core")
La rabia, el calicivirus felino y el virus de la panleucopenia felina son algunas de las vacunas obligatorias para gatos
Vacunar a tu gato es esencial para protegerlo de enfermedades graves e incluso mortales. Las vacunas no solo protegen a tu gato, sino que también ayudan a prevenir la propagación de enfermedades a otros animales y, en algunos casos, a los humanos.
Las vacunas funcionan estimulando el sistema inmunológico de tu gato para que produzca defensas contra enfermedades específicas. Este proceso ayuda a proteger a tu gato si alguna vez se expone a estos patógenos en el futuro. En este artículo, exploraremos las vacunas básicas y adicionales que tu gato necesita a lo largo de su vida.
Las vacunas para gatos se dividen en dos categorías principales: vacunas esenciales (también conocidas como vacunas "core") y vacunas no esenciales ("no-core"). Las vacunas esenciales son aquellas recomendadas para todos los gatos, independientemente de su estilo de vida o ubicación, debido a la gravedad de las enfermedades que previenen. Las vacunas no esenciales se recomiendan en función del riesgo individual de exposición de cada gato.
Vacunas esenciales
Son indispensables para todos los gatos:
Virus de la panleucopenia felina (FPV): La panleucopenia felina, también conocida como moquillo felino, es una enfermedad viral altamente contagiosa que puede ser fatal. Afecta principalmente a los gatitos y a los gatos jóvenes no vacunados. Entre sus síntomas se encuentra: Fiebre, letargo, vómitos, diarrea y deshidratación. Generalmente, se administra como parte de una vacuna combinada (FVRCP) a los gatitos a las 6-8 semanas de edad, con dosis de refuerzo cada 3-4 semanas hasta las 16-20 semanas. Los gatos adultos requieren refuerzos cada 1-3 años.
Virus de la rinotraqueitis elina (FHV-1): Causada por el herpesvirus felino tipo 1, esta enfermedad afecta las vías respiratorias superiores y puede causar infecciones crónicas. Entre sus síntomas se encuentra: Estornudos, secreción nasal y ocular, fiebre y pérdida de apetito. Incluida en la vacuna combinada FVRCP, siguiendo el mismo calendario de vacunación que la panleucopenia.
Calicivirus felino (FCV): Este virus es otra causa común de enfermedades respiratorias en los gatos y puede provocar úlceras en la boca. Entre sus síntomas están: Estornudos, secreción nasal, úlceras en la boca y fiebre. También incluida en la vacuna combinada FVRCP, administrada siguiendo el mismo calendario.
Rabia: La rabia es una enfermedad viral mortal que afecta el sistema nervioso central de los mamíferos, incluyendo a los humanos. Es una zoonosis, lo que significa que puede transmitirse de los animales a las personas. Entre sus síntomas se encuentra: Cambios de comportamiento, agresividad, desorientación, parálisis y muerte. La vacunación contra la rabia suele ser obligatoria por ley en muchos lugares. Se administra a los gatitos a las 12-16 semanas de edad y luego se requiere un refuerzo anual o trienal, dependiendo del tipo de vacuna y las regulaciones locales.
Vacunas no esenciales
Las vacunas no esenciales se recomiendan en función de la evaluación del riesgo individual de cada gato. Factores como el estilo de vida, el acceso al exterior y la prevalencia de ciertas enfermedades en la región son consideraciones clave.
Virus de la Leucemia Felina (FeLV): La leucemia felina es una enfermedad viral que afecta el sistema inmunológico y puede causar cáncer. Es más común en gatos que pasan tiempo al aire libre o están en contacto con otros gatos infectados. Entre sus síntomas se encuentra: Pérdida de peso, debilidad, infecciones recurrentes y anemia. Se recomienda para gatitos y gatos que están en riesgo de exposición, como aquellos que van al exterior. La vacuna se administra inicialmente en dos dosis, con un intervalo de 3-4 semanas, seguida de un refuerzo anual.
Virus de la Inmunodeficiencia Felina (FIV): Similar al VIH en humanos, el FIV afecta el sistema inmunológico de los gatos, haciéndolos más susceptibles a otras infecciones. Se transmite principalmente a través de mordeduras de gatos infectados. Entre sus síntomas se encuentra: Infecciones recurrentes, fiebre, pérdida de peso y problemas de piel. La vacunación contra el FIV es opcional y generalmente se recomienda solo para gatos en alto riesgo, como los que pasan mucho tiempo al aire libre y pueden estar involucrados en peleas. La vacuna se administra en tres dosis iniciales con un intervalo de 2-3 semanas y luego anualmente.
Chlamydia feliz: Este organismo causa infecciones respiratorias y conjuntivitis en gatos. Entre sus síntomas está: Ojos llorosos, conjuntivitis, estornudos y fiebre. La vacuna está disponible y se recomienda principalmente para gatos en comunidades con alto riesgo de infección o en ambientes con múltiples gatos. Se administra inicialmente en dos dosis, con un intervalo de 3-4 semanas, y luego anualmente si es necesario.