El miedo a los ruidos es una condición común en muchos perros, tanto que algunos de ellos llegan a sentirlo como si fuera una fobia. Esta reactividad o sensibilidad a los ruidos se convierte en uno de los principales problemas de estos animales. Esto puede tener un impacto significativo y limitante en su calidad de vida y en su bienestar emocional, dependiendo de la frecuencia a la que está expuesto o la reacción a estos.
Desde fuegos artificiales y el estruendo de los truenos hasta el ruido de la batidora o del timbre de la puerta del hogar. Situaciones que los humanos tenemos interiorizadas, pueden causar ansiedad y temor a nuestros animales.
Sin embargo, con paciencia y comprensión, en muchas ocasiones es posible ayudar a tu mascota a gestionar mejor e incluso a superar su miedo a los ruidos para que pueda vivir sin sufrir estos episodios de estrés. Es necesario contar con las estrategias adecuadas y te vamos a enseñar algunas de ellas:
El primer paso para tratar el miedo de tu perro es comprender qué sonido o ruido le produce inquietud y molestia. Observa atentamente el lenguaje corporal de tu mascota e intenta detectar en qué situaciones puede manifestar comportamientos como: jadeos, temblores, acciones destructivas e incluso esconderse y buscar consuelo en los humanos. ¿Se estresa durante los fuegos artificiales? ¿Se agobia durante las tormentas eléctricas? ¿Con los ruidos cotidianos del hogar? Es importante identificar los desencadenantes exactos que generan ese miedo para poder realizar un plan efectivo para ayudarlo.
Proporciona un lugar tranquilo en el que tu perro pueda tranquilizarse y sentirse seguro durante los episodios estresantes por culpa del miedo. Habilítale una habitación equipada con una cama cómoda, con mantas reconfortantes y con juguetes familiares para conseguir que se sienta entretenido y protegido.
Aunque el primer impulso al ver las reacciones de tu perro sea querer consolarlo y aliviar su pavor, hay que saber que confortar excesivamente solo hará que aumente ese agobio y estarás cediendo a su ansiedad. Es mejor actuar con confianza y demostrarle que no hay nada de lo que preocuparse ni alarmarse.
La desensibilización gradual es una forma efectiva para ayudar a tu mascota a que se adapte a estos sonidos y con ello llegar a superarlos. Comienza exponiendo a tu perro a grabaciones o vídeos suaves de aquellos ruidos que le generan ansiedad para conseguir que poco a poco se familiarice con ellos y consiga sentirse cómodo.
Puede ser beneficioso para tu mascota reforzar positivamente la asociación de los ruidos con experiencias positivas, de tal forma que podremos modificar la respuesta emocional de tu mascota para lograr que no desarrolle sentimientos negativos hacia aquello que solía causarle miedo. Por ejemplo, podemos dedicarle una caricia, un elogio e incluso darle una golosina si se muestra tranquilo y relajado durante aquellos ruidos que le suelen generar estrés. Además, de esa forma, también podemos distraerlo.
En el caso de que no funcione ninguna de las anteriores técnicas, sería una opción viable contar con dispositivos calmantes diseñados para relajar a los animales durante eventos ruidosos. La música relajante, los difusores de feromonas y las camisetas antiestrés, entre otras, pueden ser una ayuda para reducir la ansiedad y el agobio de tu perro, además de proporcionar una sensación de seguridad adicional.
Si el miedo de tu mascota es persistente y severo, es recomendable pedir la ayuda de un veterinario o especialista en comportamiento animal. Ellos tienen las técnicas necesarias para evaluar la gravedad de la situación de una forma más precisa para poder ofrecer un plan de tratamiento personalizado y mejorar la condición de tu perro. Asimismo, se pueden tener en cuenta terapias conductuales o en los casos serios, medicamentos, si así lo necesitase. Además, también está la posibilidad de tener más conocimientos a través de cursos de veterinaria para entender qué poder hacer. Garantizar la búsqueda de ayuda profesional es necesario para mantener su bienestar físico y emocional.
Aunque pueda parecer un camino complicado o tedioso, ayudar a tu perro a sobrellevar y superar sus miedos es otra forma de demostrarle tu cariño y de trabajar en tu tranquilidad. Si tu mascota está relajada y contenta, muy seguramente tú lo estarás también.