Cuando tenemos un gato, lo mismo que cualquier otro animal de compañía en casa, nos entran dudas sobre la frecuencia con que debemos llevarle al veterinario. Pues igual que nosotros, los humanos, necesitan de diferentes visitas para revisiones periódicas en función de su edad.
Los gatos como el Maine Coon, son animales tan independientes que muchas personas asumen que, mientras coman con regularidad, no necesitan más cuidados.
Esto puede explicar por qué los perros tienen el doble de probabilidades de ser llevados al veterinario que los gatos. Sin embargo, los gatos en diferentes edades y etapas necesitan atención veterinaria, y una buena atención médica juega un papel importante en la vida de tu mascota querida.
Gatito: desde el nacimiento hasta 1 año
Debes llevar a tu pequeño gatito a tu médico veterinario para que lo vacunen cada 3 o 4 semanas hasta que tenga 16 semanas. Los gatos se someten a pruebas para la leucemia felina y el virus de la inmunodeficiencia felina. También reciben vacunas que cubren diversas enfermedades, como la rabia y moquillo.
El veterinario examinará al gatito para asegurarse de que esté creciendo bien y que no muestre signos de enfermedad. Lo revisarán nuevamente, aproximadamente a los 6 meses de edad cuando lleves a tu mascota para que la castren o esterilicen.
Adultos: de 1 a 7 años
En esta etapa, los médicos veterinarios recomiendan revisiones anuales. El médico veterinario realizará un examen físico completo a tu gato.
Los refuerzos contra el moquillo y la rabia se administran en el primer control anual, luego generalmente cada 3 años.
Adultos mayores: de 7 a 10 años en adelante
Los médicos veterinarios recomiendan dos veces al año para gatos mayores. Si es necesario, tu gato recibirá vacunas y un examen físico completo, así como pruebas para detectar posibles problemas.
Es importante conocer el peso ideal de tu gato
La obesidad es el trastorno nutricional más común en las mascotas. Muchos pueden pensar que su gato goza de perfecta salud, pero es posible que necesite una dieta especial para mantener su peso.
Tal es el caso de la idiosincrasia perezosa y el apetito insaciable del Maine Coon son una mala combinación si no se controla su ingesta de alimentos. Más aún si el gato está castrado. Todo esto hace que el Maine Coon sea propenso a la obesidad.
Evita enfermedades crónicas
Existen enfermedades que pueden dañar gravemente la salud de tu gato y acortar su vida útil. El cáncer es una enfermedad que se puede tratar con una detección temprana, por lo que es importante llevar a tu gato al veterinario.
Tal como es el gato Sphynx, esta raza de gato puede tener enfermedades hereditarias como la hipocalemia del burmés y el síndrome miasténico congénito Sphynx y Devon Rex, en el que ambas enfermedades causan debilidad muscular. Por ello, si decides tener un gato Sphynx, deberás tener cuidado con este tipo de enfermedades.
No muestran signos de enfermedad
Los gatos no muestran cuando tienen dolor o sufrimiento. Los chequeos veterinarios regulares son cruciales para detectar cambios sutiles en tu gato antes de que se vuelvan difíciles de tratar.
Vacunas
Mantener la salud de tu gato es crucial. Así como el gato Munchkin, todos los gatos deben recibir vacunas y desparasitaciones.
Esta es la mejor razón para visitar a tu médico veterinario. Los gatos necesitan refuerzos anuales para protegerse contra enfermedades como el parvovirus, el moquillo y la rabia.
Fuente: Smylepets