Si bien sabemos que los gatos son criaturas independientes, investigaciones recientes realizadas por veterinarios expertos en el comportamiento felino, han demostrado que el estrés por separación también puede ocurrir en los gatos.
Algunos gatos de interior se ponen ansiosos cuando están solos durante largos períodos de tiempo, ya que son muy sensibles a su entorno.
El estrés por separación en gatos también puede ocurrir cuando presentan demasiado nerviosismo al estar lejos de su madre o padre. Esto también se produce por quedar huérfanos, si son destetados antes de tiempo o si están separados de un compañero (otro gatito).
Si tu gato se está comportando de forma extraña y sospechas que sufre estrés por separación, te invitamos a leer el siguiente artículo, donde te contamos sobre el estrés por separación en gatos, causas, soluciones y consejos.
Por supuesto. Aunque no es tan obvio como en un perro, los gatos pueden estar muy apegados a sus dueños y mostrar signos de estrés por separación, soledad y depresión.
Sin embargo, debido a que los signos de estas emociones son mucho menos evidentes en los gatos, lamentablemente suele ocurrir que estos trastornos de estrés pasan desapercibidos hasta que se vuelven mucho más graves.
Algunos podrían pensar que los gatos, como el gato Persa, no necesitan mucha compañía, pero eso no es del todo cierto. Los gatos no son solitarios: necesitan atención y tiempo de juego para estar realmente felices y saludables.
Los siguientes son algunos signos de "estrés por separación" en los gatos:
· Cuando su dueño sale de casa hace maullidos fuertes y de forma excesiva.
· Está deprimido, triste y reduce la actividad física.
· No come, ni bebe agua mientras el dueño no está.
· Presenta vómitos en lugares inadecuados.
· Orina o defeca fuera de la caja de arena.
· Auto limpieza excesiva.
· Tiene un comportamiento destructivo, muerde o araña objetos del hogar.
· Dejar de comer o sufre de anorexia.
El estrés por separación en gatos tiene varias causas posibles, desde problemas ambientales hasta genéticos, que incluyen:
La genética de un gato puede influir en que sufra estrés por separación o depresión. En particular, los gatos muy nerviosos como los gatos birmanos y siameses parecen ser más susceptibles a estas condiciones.
Desafortunadamente, no se puede hacer nada para cambiar los factores genéticos, pero si puedes ayudar a controlarlos al proporcionar la estimulación mental y el ejercicio adecuados.
Los gatos que fueron separados de su madre y sus hermanos demasiado pronto siendo gatitos, pueden ser propensos al estrés por separación. Lo ideal es que un gatito no se separe de su familia hasta que tenga al menos ocho semanas de edad. Los gatitos huérfanos pueden tener el mismo problema.
Otra causa común de estrés en los gatos es la falta de actividad social, que es especialmente importante entre las tres y las nueve semanas de edad.
Cuando los gatos están aburridos o tienen poco tiempo para jugar, pueden apegarse demasiado a sus dueños. Incluso los grandes cambios, como la muerte de un miembro de la familia, una mudanza, un nuevo bebé o un cambio en la rutina pueden causarle estrés a tu gato.
Los gatos también son muy sensibles a tus emociones, por lo que cuanto más ansioso estés antes de salir de casa, es más probable que el estrés de tu gato también aumente.
· Crea una rutina diaria para todas sus actividades.
· Cómprale muchos juguetes para jugar en casa.
· Proporciona un ambiente estimulante.
· Pasa tiempo de calidad con el gatito, al estar cerca de ti y sentir amor le ayudará a entender que no lo dejarás.
· No lo castigues por los daños, esto le causará estrés e incomodidad, lo que puede exacerbar el estrés por separación en gatos.
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