La naturaleza de la relación entre el perro y su dueño tiene un gran impacto en la vida de ambos. Identificar los factores que influyen en la relación entre perro y dueño permite entender cómo construir una buena relación y reparar una desfavorable, contribuyendo así al bienestar de ambas especies.
Según una nueva investigación publicada recientemente en la revista NeuroImage, el apego en los perros, al igual que en los bebés humanos, está vinculado a una respuesta cerebral relacionada con la recompensa al habla del cuidador.
Los perros domésticos establecen estrechos vínculos con sus dueños. No sólo quieren a sus dueños, sino que se encariñan con ellos. En otras palabras, utilizan a sus dueños como apoyo seguro en lugares desconocidos y como refugio en caso de peligro, de forma similar a la relación entre un bebé y su madre. En el cerebro del niño, el apego está asociado a reacciones de recompensa.
Este estudio analizó la relación entre los perfiles de apego del anfitrión y el apego de los perros a sus dueños. El estudio se llevó a cabo en 2013 en la Facultad de Veterinaria de Bari. Participaron 25 parejas de personas con perros, formadas por mujeres, hombres y distintas razas de perros grandes y pequeños.
El experimento se basaba en las "situaciones extrañas" de Ainsworth, en las que se colocaba a los perros en una habitación, se les daban varios juguetes y agua, a veces con extraños, a veces con sus dueños, y se les dejaba la habitación durante unos minutos antes de volver. Se evaluó y registró el comportamiento de todos los perros. Durante la prueba, cada persona fue asignada a una de las cuatro categorías de apego: apego seguro, apego desorganizado, apego evitativo y apego inseguro (denominado inseguro en este estudio).
Uno de los principales resultados fue que los perros con dueños seguros dejaban de ladrar cuando un extraño entraba en la habitación o cuando estaban solos en ella, mientras que los perros con dueños inseguros se mostraban tan exploradores con sus dueños como con los extraños.
Esto sugiere que los primeros proporcionan una base segura para el comportamiento exploratorio, mientras que los perros con dueños inseguros muestran el mismo comportamiento exploratorio en presencia de personas conocidas o desconocidas. En otras palabras, la mera presencia de un ser humano puede indicar un acontecimiento positivo al cabo de cierto tiempo.
Se ha demostrado que los perros con dueños seguros de sí mismos sienten más curiosidad cuando un extraño entra por primera vez en la habitación. En cambio, los perros cuyos dueños eran desconocidos no se interesaban por el extraño.
Si quieres profundizar en la relación con tu perro, hay muchas otras formas de hacerlo.
El adiestramiento canino es un elemento clave para establecer una buena relación con un perro.
Si adiestras a tu perro de forma positiva, sin castigos pero con cariño y recompensas, se convertirá en un animal confiado y feliz que se adapta a su entorno.
Si lo entrenas, se dará cuenta de que es importante para ti y el vínculo afectivo se hará más fuerte. Un perro bien adiestrado sabe comportarse, por lo que no es necesario vigilarlo.
Probablemente hayas oído hablar de la oxitocina, también conocida como la "hormona del amor". Esta sustancia interviene en las relaciones entre los seres humanos y los animales. Este paso puede reforzar el vínculo entre dos personas.
Si quieres establecer un vínculo con tu perro, debes conocer su temperamento, personalidad y necesidades individuales. Si tiene una personalidad extrovertida, le gustarán otros perros y las personas. Si es tímido, puedes presentarle poco a poco a sus amigos. Averigua qué le gusta y qué no le gusta e intenta evitarlo o sugerírselo. Observa cuándo están activos y cuándo callados e intenta planificar actividades y momentos de tranquilidad.
Los perros son criaturas inteligentes y pueden expresar cualquier cosa que quieran o necesiten con sus gestos y expresiones faciales.
Pueden decir con su lenguaje corporal si están tristes, contentos, estresados o si nos quieren mucho. Siempre dicen lo que quieren de nosotros a su manera.
Una forma saludable de fortalecer no sólo tus músculos, sino también la relación con tu perro, es salir a correr juntos. Es una situación en la que todos ganan, porque correr es diferente a hacerlo solo, cuando tienes un compañero que te anima cuando sientes que flaqueas. Cuando se acostumbren a correr juntos por la montaña, la playa o el parque, tu perro será el primero en hacerlo.
Para restablecer y reforzar el vínculo con nuestros amigos peludos, que tanta complejidad y seguridad nos aporta, necesitamos dedicar tiempo a sumergirnos en esta labor periódica y necesaria. Los perros se sienten seguros, queridos y felices principalmente por tu comportamiento, pero también por la palabra amor. Recuerda que siempre sienten nuestro amor: cuando les entrenamos, cuando les enseñamos a olfatear, cuando corremos juntos por la montaña, etc. Este vínculo ayudará al perro a comprender lo importante que es para ti. Hazlo lo mejor que puedas.
Fte: Smylepets