Se cumplen treinta años del genocidio de Ruanda, un intento de exterminio de la población tutsi a manos del gobierno del país africano, de etnia hutu. El periodista José Manuel Nieves fue enviado especial en Ruanda y recuerda algunas de los momentos más duros que vivió durante su cobertura periodística en la zona.
Entre el 7 de abril y el 15 de julio de 1994 casi un millón de personas fueron asesinadas en Ruanda. Fue una campaña planificada de asesinatos en masa, un intento de exterminio de la población de etnia tutsi, a manos del gobierno de aquel entonces en el país africano, que era de etnia hutu.
José Manuel Nieves fue el corresponsal del periódico ABC en el conocido como genocidio de Ruanda y treinta años más tarde aún se emociona al recordar lo que vio con sus propios ojos: “La falta de humanidad que llegó a tener esa gente está fuera de toda comprensión”, relata.
Cuando Iker Jiménez le pregunta por cuáles fueron los momentos qué más le impactaron durante su cobertura en Ruanda en 1995, José Manuel Nieves destaca el episodio que vivió al conocer a un niño al que habían obligado a matar: “Visité un centro de niños huérfanos y tenían una zona para niños asesinos. Había un niño de 7 u 8 años que había matado a más de 500 personas. No hablaba, había perdido el habla. Yo le tenía delante y él me miraba, pero no me estaba mirando a mí”.
Ante la perplejidad de Iker Jiménez, Nieves prosigue su relato y explica que era habitual que obligaran a niños como este a matar a sus propios vecinos: “Iban arrasando todos los poblados. A los supervivientes los colocaban en fila en una pared, le daban un machete a un niño del propio pueblo, le ordenaban que los matara y le amenazaban con matarle a él o a su familia si no lo hacía”.