Enrique Velilla, vecino de Morata de Tajuña y amigo de los tres hermanos que han aparecido muertos y con signos de violencia en su casa, asegura en ‘Horizonte’ que las hermanas, Ángela y Amelia, eran víctimas de la ‘estafa del amor’ desde años y también explica la minusvalía del hermano, Pepe.
Ángela, Amelia y Pepe, tres hermanos de entre 68 y 72 años, han aparecido muertos en su vivienda de la localidad madrileña de Morata de Tajuña. La Guardia Civil ha encontrado los cuerpos con claros signos de violencia. Enrique Velilla, amigo de las víctimas, asegura que Ángela y Amelia eran víctimas de la ‘estafa del amor’ desde hace años.
Enrique explica que la ubicación de su casa era dentro del pueblo, no en una zona alejada. El vecino de Morata de Tajuña también destaca que la vivienda no presentaba ni ventanas ni puertas forzadas: “La Guardia Civil ha tenido que acceder con una escalera al patio y han tenido que romper la puerta. Quien les ha asesinado o tenía llaves o les han abierto”.
El amigo de las víctimas relata que Amelia, la hermana pequeña y quién, en su opinión, “llevaba la voz cantante”, fue la primera en enamorarse de un militar llamado Edward, a través de Facebook, y que su hermana Ángeles cayó después en la estafa.
Enrique asegura que se trataba de una familia adinerada y cuenta en ‘Horizonte’ que, aunque todo el pueblo decía a las hermanas que se trataba de una estafa, ellas hacían caso omiso y enviaban miles de euros a sus supuestos novios militares, hasta el punto de arruinarse y comenzar a pedir dinero a los vecinos: “Incluso les llamaron del banco diciendo que estaban haciendo movimientos de dinero que parecían una estafa”.
El amigo de las víctimas también alerta de la presencia de un hombre, del que especifica que era pakistaní, hace unos meses, quién aseguraba que las hermanas les debían más de 60.000 euros. Cuando este hombre llegó al pueblo, las hermanas alegaron que le habían alquilado una habitación.
Enrique reconoce que hacía bastantes días que no veía a los hermanos y que se acercó a la casa, pero no vio nada extraño: “Vine a la casa, toqué al timbre, estuve mirando la verja y parecía todo normal”. También explica que ayer le llamó la Guardia Civil para preguntar si tenía noticias de los hermanos y que esta mañana ha sido cuando le han confirmado la muerte de Amelia, Ángela y Pepe.
Sobre la posibilidad de que Pepe hubiera acabado con la vida de sus hermanas, pues relata que tenía una discapacidad y que Ángela y Amelia solían referirse a él como “el tonto”, la descarta totalmente. Asegura que Pepe siempre estaba callado y tranquilo y que físicamente no tendría fuerza para cargar con ellas.