Gordoa, el pueblo de Garikoitz, montó una gran fiesta de bienvenida para sus nuevas vecinas.
Algo que en Galicia no fue necesario porque las chicas de David ya traían montada su propia juerga.
Y es que hay primeras veces que empiezan calentitas, calentitas…
… Y otras que hacen pensar que el buen rollo va a durar muy poquito.
Superadas las presentaciones familiares…
… Llega el momento de ponerse a trabajar duro. Y mientras que unas sienten que están en el paraíso…
… Otros piensan eso de “¿Qué he hecho yo para merecer esto?”.
Y con toda la razón.
Solo los más arriesgados tienen su recompensa y en esta ocasión hemos tenido recompensas románticas…
... relajantes…
… apasionadas…
… y aterradoras: “¡Yo me voy ahora mismo!”