Una ‘cibernovia’ al uso es aquella que, cargada de paciencia, decide mantener una relación a distancia en un entorno estrictamente cibernético. En Granjero busca esposa las cosas no son tal cual, pero la dificultad de una relación por Internet se mantiene. Todas las candidatas realizaron el test de compatibilidad que encontraron en cuatro.com, pero solo seis superaron la puntación máxima para ser las más compatibles con sus hombres.
Yuna, Meli, Ángela, Betsaida, Nica y Eva son las únicas mujeres que nada más llegar a Asturias ya tenían garantizada su vida en la granja. Ellas son las ideales, pero tendrán que luchar con las que los mismos granjeros han elegido, una batalla entre cabeza y corazón.
Para darle más emoción, los granjeros no conocerán a sus cibernovias hasta que lleguen a sus casas. Han tenido un adelanto: han hablado, se han sentido, tocado y oído, pero al igual que una relación cibernética: no se han visto.
Si están interesados o no, tendrán que demostrarlo. En su primer ‘encuentro’ todas pidieron paciencia y desplegaron sus mejores armas para conquistar sin ser vistas. Pero sus rivales no les pondrán las cosas fáciles, y algunas advierte: “Cuando llegues será demasiado tarde”. Mientras las dos candidatas vivan en la granja con sus granjeros, la cibernovia deberá aguardar en la sombra y esperar su turno.
La competencia será máxima. Por un lado habrá mujeres que tengan la clara ventaja del tú a tú, del cara a cara, del roce, del cariño…y por otro, habrá quienes jueguen la baza del misterio, pues…¿es posible saber a ciencia cierta quién es la mujer ideal?, ¿estarán convencidos los granjeros de que sus elegidas son las correctas?, ¿se habrán precipitado?, y lo más importante: ¿qué se estarán perdiendo?.