4 hombres de campo tendrán que buscar el amor sin la ayuda de Granjero Busca Esposa. Ni la soledad de Fermín, las tierras de Joaquín, la madurez de Paco o la vuelta a sus orígenes de Fidel han cautivado al número de mujeres suficientes. Solo los seis más solicitados por las chicas abrirán sus granjas al programa.
Pero antes, les queda leer muchas cartas y escoger, solo por unas líneas, a qué mujeres quieren conocer. Cada uno de ellos se encontrará con diez mujeres y habrán de confiar casi en el amor a primera vista. Tendrán apenas unas horas para decidir quiénes les acompañan a sus pueblos. Lo que surja allí, en el campo, ya dependerá de ellos.
Luis tiene 39 años y dejó una prometedora carrera de Derecho y una familia asentada en Málaga para irse a cuidar caballos a la sierra. Ahora afronta la difícil decisión de escoger a qué chicas quiere conocer de todas cuántas le han escrito. Luego, el apuesto jinete malagueño tendrá doce días en su finca de Casarabonela para descubrir a una chica que “sepa estar”, tal y como él exigía. No pide que sepa montar a caballo, porque él está dispuesto a enseñarlas, ni que practiquen triatlón. Solo busca una chica que le deje respirar y a la que querer.
Nunca le ha dicho a una mujer que la quiere, no porque Román sea parco en palabras, si no porque el vallisoletano no ha descubierto aún el amor. Tiene 29 años y además de agricultor y ganadero, en verano trabaja apagando incendios para la Junta de Castilla León. Ahora, solo le preocupan los rescoldos que pueda dejar entre las chicas que le han escrito. Dice que solo entiende de campo, de monte y de vacas, pero este niño grande de Mota del Marqués está dispuesto a ampliar sus miras y hacerle hueco en su casa a una chica de ciudad que transforme su vida.
Prefiere comprarse una camisa nueva antes que planchar una vieja… está convencido de que no existe la mujer que le haga cambiar. Sus tíos, con los que vive, le definen como un bardal, así que las dos chicas que entren en su granja tendrán que meterlo en vereda y conseguir que el cántabro aprenda a hacer la cama o fregar los platos. JonathanLe han llegado numerosas cartas y debe leerlas bien para decidir a qué chicas va a conocer. Solo dos de ellas visitarán Castañeda.
Será tan difícil conquistarle a él como a sus hijos, porque Gustavo es todo un padre coraje que ha sacado adelante a su familia, robándole tiempo a las ovejas y al recorte de vaquillas, su principal afición. Este navarro homenajea las tradiciones de su tierra cada vez que puede corriendo encierros o poniéndose delante de un toro, porque valor no le falta. Está deseando rehacer su vida en Cabanillas y compartirla con la que puede convertirse en su esposa.
Dejó la ciudad y se fue a vivir con sus abuelos desde bien pequeño. Melendi tenía claro que lo suyo era la vida en el campo, el ajetreo de la ciudad no está hecho para este hombre tranquilo que pasa su escaso tiempo libre con aprendiendo ritmos latinos. Está a punto de conocer a 10 mujeres que pueden cambiarle la vida. Tal vez una de ellas sea su pareja de baile, esa mujer con la que no desentonar en cualquier fiesta y que sea capaz de no pisarle al bailar.
César, sensato, castellano… este palentino que disfruta paseando en calesa tiene ya habilitada su casa para una mujer que le acompañe en las parrandas que organiza en su bodega. Ha probado las mieles del amor, estuvo casado y está dispuesto a repetir la experiencia. Tan mal no debió irle si quiere repetir con alguna de las diez mujeres que ha escogido para esta aventura. De ellas, dos visitarán su finca de Cevico de la Torre… que el amor aparezca, depende de él
Son nuestros seis hombres de campo que, entusiasmados, quieren vivir la experiencia de volver a enamorarse. ¿Quiénes somos nosotros para negárselo?