El fútbol base andaluz se mueve contra la violencia con tres medidas inéditas a nivel mundial 👏👏👏
Felipe Rodríguez
31/01/201811:47 h.Aunque la iniciativa del Defensor del Menor partió en abril de 2017 ha sido tras el verano, coincidiendo con el inicio de temporada, donde se ha implantando en su totalidad. Todo partió de un congreso de fútbol sala celebrado en Jaén donde el jefe de prensa de la Real Federación Andaluza de Fútbol, Rafael Jiménez, propuso a los asistentes este nuevo proyecto que no tiene parangón en el mundo del fútbol, obviamente fue aprobado por unanimidad.
“La idea partió de las pretensiones del presidente, Eduardo Herrera, que desde hace muchos años buscaba formas de defender aún más al más al menor dentro del fútbol. Él pertenece a FIFA y UEFA y esos organismos ya han vivido algunas situaciones de indefensión con los menores sobre todo a la hora del mercadeo de fichajes”, asegura Rafael Jiménez.
Sin querer llegar tan alto, al mercado mundial de fichajes, la Federación Andaluza buscaba ofrecer más protección a sus niños y niñas. De los 170.000 federados con los que cuenta, el 80% son menores de edad por lo que son el colectivo más numeroso, y a veces más vulnerable, que participa en las competiciones federativas.
Para ello, el Defensor del Menor propone tres medidas, una por cada ámbito potencialmente conflictivo que se pudiera producir: árbitros, jugadores y público.
Identificación de árbitros menores de 18 años
La primera medida supone que los árbitros menores de 18 años llevan un distintivo en sus camisetas para dejar clara su condición de menores y que cualquier persona que actúe contra ellos no pueda alegar después que desconocía esta circunstancia del colegiado.
Brazalete Fair Play para el jugador más limpio
El brazalete del fair-play es para que el jugador más limpio y con mejor comportamiento pueda lucirlo en el partido siguiente. Lo nombra el árbitro y, según la Federación Andaluza, es una medida tremendamente efectiva que genera una sana competición entre los deportistas por poder portar ese preciado distintivo al juego limpio.
Tal es así, que ahora, en muchos equipos, el jugador referencia es quien lleva el brazalete y no el más guerrero, como solía pasar antes, y se dan situaciones como que muchos chavales esperan al árbitro antes de los partidos para ayudarle a preparar lo que necesite, a ver si así ganan puntos para el brazalete.
El jugador que mejor represente los valores del juego limpio verá una tarjeta verde. Esta es la iniciativa más antigua de las tres ya que la propuso Quique Caballero (entrenador gaditano) en la temporada 2013/14. Al año siguiente se implantó con éxito y, hasta la pasada campaña, se había mostrado en más de un centenar de ocasiones.
Distintivo de Instalaciones deportivas protegidas para los menores
Por último, todas las instalaciones donde se disputen competiciones de menores de edad regladas por la Real Federación Andaluza de Fútbol lucen un cartel distintivo con el lema “Instalación protegida a los menores”.
El organismo federativo reconoce que en este caso hablamos de algo distinto porque ellos no pueden reglar al público. Por tanto la responsabilidad civil es del gestor del evento, en este caso el club. Así, el cartel avisa claramente que, en caso de necesidad, se va a actuar por la justicia ordinaria con el mensaje “cualquier intento de agresión física o verbal a un menor será inmediatamente denunciado ante la Ley”.
José María Manzano, el Defensor del Menor
Pero además de estas iniciativas tiene que haber una figura que vele por ellas. Al fin y al cabo el Defensor del Menor no pueden ser solo unas reglas sino que ese título lo tiene que ostentar una persona. En este sentido se llevó a cabo el nombramiento de José María Manzano, vicepresidente federativo de Relaciones Institucionales.
El Defensor del Menor es una figura de intermediación. Una institución que trata de mediar en cualquier conflicto que dentro del fútbol andaluz pueda haber y en el que pueda estar afectado un menor. Si es necesaria su actuación, son los mismos clubes quienes la requieren, Manzano se encarga de sentar a las partes para buscar una solución.
Cada tres meses, está a punto de salir el primero, se publicarán informes sobre las actuaciones del Defensor del Menor. Y aunque aún es pronto para saber los resultados de este novedoso programa, el jefe de prensa de la Federación Andaluza asegura que “no tenemos duda de que esto va a mejorar la situación. Debemos dejar pasar al menos esta temporada y ver si ha habido menos incidentes pero no nos cabe ninguna duda”.
Por si todo esto fuera poco la Real Federación Andaluza de Fútbol desarrolla una labor formativa sobre prevención de la violencia en clubes y colegios, organiza jornadas de arbitraje femenino -el pasado mes de agosto un equipo arbitral compuesto íntegramente por mujeres pitó un Granada-Almería de pretemporada- y ha lanzado una campaña de vídeos en su canal de televisión (futbolandaluz.tv) para difundir la figura del Defensor del Menor.
Un proyecto sin precedentes en el fútbol mundial que quiere acércanos más a lo que debería ser el deporte de categorías base, pura diversión. Además la Federación Andaluza, a través de su presidente, está más que dispuesta a que el Defensor del Menor se implante no solo en otras federaciones si no en otros deportes.
Pero saben que no se puede bajar la guardia y como bien asegura Rafael Jiménez, “además de especialistas en fútbol tenemos que ser especialistas en protección de estos menores…. Ahora la pelota está en nuestro tejado para que esto continúe el camino que ha empezado. Porque los niños y niñas que practican fútbol solo quieren divertirse”.
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Felipe Rodriguez. Es entrenador nacional y exjugador de rugby. Ha sido, durante seis años, selecionador sub 16 de la Comunidad de Madrid además de director de las Escuelas del Club de Rugby Alcalá, actualmente entrena al club KREAB Alcobendas, en categoría sub-18.