Después de obligar al operador de cámara de ‘Fuera de cobertura’ a borrar unos planos grabados del quirófano de la prisión, Alejandra es conducida a la biblioteca de Guantánamo. Allí, intenta preguntar a su intérprete sobre su trabajo en el centro, pero un oficial les obliga a apagar la cámara en una ocasión y advierte a la intérprete en otra.