Aunque las autoridades aseguran que los alrededores de Fukushima “está limpios”, este experto en radiación dice que, desgraciadamente, muchas zonas que ya se habían descontaminado se han vuelto a contaminar. El aire mueve los restos de radiactividad que quedan en las montañas (es muy caro limpiarlas) y esto se convierte en un proceso contaminante en espiral.