Alejandra Andrade concierta una cita con una escort de lujo en Barcelona justo antes de comenzar uno de sus servicios. Se llama Melissa, es española, estudia en la universidad y tiene solo 19 años. Un perfil, que desde la crisis, es cada vez más común en la prostitución de lujo.
“Se tiene una imagen errónea, hay muchas chicas normales como yo que simplemente queremos salir adelante y conseguir algo de dinero. Hacemos esto mientras estamos estudiando”, explica la joven.
“No lo sabe nadie de mi familia, solo lo sabe mi pareja, que se lo dejé claro desde el principio. Es difícil, la verdad. A mí nadie me obliga pero está claro que si yo no tuviese una necesidad económica, no lo haría”, asegura.