El fentanilo es la primera causa de muerte en los estadounidenses de entre 18 y 49 años. Alejandra Andrade viaja a Los Ángeles, una de las ciudades más azotadas por esta droga, y habla con varios adictos a estos opioides.
Alejandra Andrade se sienta en una acera del barrio de Skid Row, en el centro de Los Ángeles, para hablar con tres adictos al fentanilo. Cuentan que, en su caso, la forma en la que lo consumen es fumando, que lo toman varias veces al día y muestran el paso a paso a las cámaras de ‘Fuera de cobertura’.
“Euforia y ayuda para los nervios”, responde una de las personas adictas al fentanilo a la pregunta de Andrade de qué sensación les produce esta droga. En un español fluido, cuenta que “no necesita nada más, que antes tomaba heroína”. Y es que el fentanilo es hasta 50 veces más fuerte que la heroína.
Las otras dos personas con las que habla Andrade en las calles de Los Ángeles son bastante más jóvenes. Ella tiene 27 años y lleva tres consumiendo fentanilo. Él, de 23 años, lleva dos años y medio enganchado a estos opioides.
Cuando Andrade les pregunta si no tienen miedo de una sobredosis, ella cuenta que “solo ha tenido una, porque pensaba que estaba consumiendo heroína”. Sobre el joven de 23 años que está a su lado, explica que ha tenido 6 o 7 sobredosis, pero que no le ha vuelto a pasar porque ahora tiene más tolerancia, pero que al principio “no podía controlar el subidón”.
Ante las cámaras de ‘Fuera de cobertura’ también responden a las preguntas de dónde consiguen el dinero para comprar esta droga, cómo es la vida en las calles de Los Ángeles y qué planes de futuro tienen si consiguen desengancharse del fentanilo.