Tratamientos extremos en busca del cuerpo perfecto: la cirugía de la Cenicienta o la umbilicoplastia
Con la llegada del verano, son muchos aquellos que deciden someterse a diferentes tratamientos con el objetivo de lucir el mejor aspecto posible
En España despuntan tratamientos como la cirugía de la Cenicienta, que consiste en acortar los dedos de los pies
También es muy común la umbilicoplastia, que se realiza para modificar la forma, el tamaño o la posición del ombligo
Con la llegada del verano, son muchos aquellos que deciden someterse a diferentes tratamientos con el objetivo de lucir el mejor aspecto posible y ocultar así sus complejos. Exponerse en la playa o incluso en las redes sociales supone para muchos un problema.
El 90 por ciento de las mujeres no está a gusto con su cuerpo. El 29 por ciento incluso evita ir a la playa o a la piscina por el hecho de no verse bien. En busca del cuerpo perfecto recurren a tratamientos que en ocasiones son extremos.
En España despuntan tratamientos como la cirugía de la Cenicienta, que consiste en acortar los dedos de los pies; y la umbilicoplastia, cuyo número de pacientes ha aumentado considerablemente en los últimos años.
La umbilicoplastia
Se realiza para modificar la forma, el tamaño o la posición del ombligo, que en ocasiones se ve deformado por distintos motivos. Entre ellos encontramos el hecho de que la piel dé de sí después de haber perdido peso; el haber sufrido hernias umbilicales o alteraciones en el abdomen durante el embarazo; o simplemente formas adquiridas de nacimiento.
Se realiza en aproximadamente una hora y no requiere ingreso hospitalario. La recuperación suele llevar un par de semanas en las que cuidar unos puntos alrededor del ombligo.
La cirugía de la Cenicienta
Al igual que la de ombligo, es otra de las cirugías que va en aumento. Consiste en el acortamiento de los dedos de los pies, una de las partes más delicadas del cuerpo. Su cuidado es, por tanto, mucho más que una cuestión estética. Este acortamiento conlleva a unas alteraciones en el caminar que son irreversibles. Los especialistas y cirujanos plásticos desaconsejan esta intervención.