Carmen asegura en ‘First Dates’ que ha sido víctima de un mal de ojo, pues solo así se explicaría que le vaya “malamente” en muchos aspectos de su vida. Se define como una chica cortada, “agitanada” y busca “algo serio”: “Los rollos de hola y adiós, no”.
Esta malagueña ha conocido a Herón, un vasco de 24 años, padre de una niña que reconoce que ha mandado a muchas de sus relaciones “a la mierda”. Durante la cita, a Herón le ha parecido que Carmen era “un poco paradita” y le ha llegado a confesar que tiene una polla tatuada en el cuerpo: “Me falta la parte femenina”, le decía con una mirada pícara.
La reacción de Carmen no se ha hecho esperar. Ha mirado para otro lado, avergonzada y le ha preguntado que si era verdad lo que estaba diciendo: “¿Qué hablas? ¿Cómo te vas a tatuar eso? Yo no me hago eso ni muerta”
Herón ha echado en falta que Carmen se abriera algo más a la hora de hablar del amor y del sexo, por eso no ha querido tener una segunda cita con Carmen cuando ha llegado el momento de tomar una decisión final.