Uno canta y el otro baila, aseguran estar “locos” y no tener vergüenza por nada, pero parece que ambos no sienten con la misma intensidad porque el movimiento de cadera de Susana en mitad del restaurante de ‘First Dates’ casi consigue que José Antonio se meta debajo de la mesa de la vergüenza.
José Antonio además de enterrador es cantante y ha querido recibir a su cita con una canción. No ha tenido su mejor día y lo que le ha regalado han sido un par de gallos considerables, pero a ella le ha gustado y le ha hecho mucha ilusión “nunca me habían cantado”. Sus personalidades atrevidas parecía que iban a congeniar muy bien “ambos hacemos lo que queremos y estamos un poco locos”, aseguraba ella.
Pero parece que José Antonio no se corta con nada o con casi nada. Al saber que a Susana le encantaba bailar le ha dicho que le gustaría verlo e inmediatamente se ha arrepentido de decírselo. Una mítica canción de Raffaella Carrá ha comenzado a sonar en el restaurante y Susana se ha puesto en pie como si no hubiera un mañana.
Ha bailado mucho, mucho y con mucha intensidad, tanta que ha conseguido que su cita se sintiera un poquito amedrentado y avergonzado y eso que él asegura ser muy echado para adelante. Ella esperaba que la siguiera el ritmo, pero hasta el final de la cita no ha conseguido que José Antonio se soltara la melena.