Brillit es mamá y aunque busca a un hombre del que enamorarse, para ella es muy importante que a la persona que le robe el corazón le gusten los niños y parece que a David no le vuelven locos. En su decisión final se ha olvidado de todo lo que le había gustado de David y ha puesto en la balanza que no le gustan los niños, o bueno, solo a ratos.
Brillit y David han tenido una cita dinámica, divertida y llena de complicidad y puntos de conexión. Sin embargo, cuando Brillit le ha preguntado a David que si le gustaban los niños, él ha sido muy sincero y le ha respondido con un “no”. Y aunque luego ha matizado su respuesta diciendo “No te voy a decir que no me gusten, pero son muy pesados”. A David eso de que lloren sin parar parece que le pone un poquito nervioso.
Brillit ha entendido su respuesta y su actitud frente a los pequeños, pero ella ante todo es mamá y desde ese momento ha tenido claro que David no era compatible con lo que estaba buscando. Una pena porque poco a poco iban descubriendo que tenían un montón de cosas en común y otras que querían seguir descubriendo mutuamente.