Sergio ha llegado a ‘First Dates’ en busca de una mujer que le robe el corazón y si puede ser con las piernas tatuadas mejor que mejor. Sin embargo, su atrevimiento a la hora de hablar de sexo “comiendo el ñoco soy un espeto” y sus aparentes sentimientos por su ex, le han llevado directo a unas calabazas de libro. Michelle ha sentido que iba a ser demasiado tener una segunda cita.
Orgulloso de ser y sentirse un nini “un nininini ni estudio ni trabajo ni quiero ni lo intento”, Sergio ha venido a ‘First Dates’ en busca del amor y de una chica que le robe el corazón. Le encanta los tatuajes y aunque no sabe el nombre de todos los personajes que lleva pintados en la piel sí tiene claro que “En el tema sexo ves a una mujer con las piernas tatuadas y dices… ¡Aguanta!”.
Nada más ver a Michelle, su cita, se ha puesto muy contento porque era una chica muy guapa con tatuajes. La cita ha comenzado bastante bien. Los jóvenes han comenzado a conocerse poquito a poco, pero algo ha fallado. Sergio habla de sexo con total naturalidad y a Michelle le ha parecido que era un tema demasiado íntimo como para tratar a la media hora de conocerse.
Él le ha confesado que entre sus talentos sexuales destacaba uno “Tengo un don con la lengua”. Michelle le ha dicho que a ella en el tema sexual le gusta que le den caña y que se olviden del romanticismo, y él se ha venido arriba. “Comiendo el ñoco soy un espeto”, ha asegurado Sergio antes de dejar claro que en el tema sexual es “un guarro, soy de mecha corta, si me buscas me enciendo”.
Eso sí, a Sergio lo de tener sexo con una chica que acaba de conocer, no le convence “La primera noche no me la calzo, necesito saber de dónde viene, me da asquete”… Él ha sido muy sincero durante la cita, quizás demasiado para lo que Michelle se esperaba encontrar.