El Rocío, el arte andaluz, la moda, una buena feria… Son muchas las pasiones que comparten y Salvador y Antonio han tenido clarísimo desde el minuto cero que lo suyo podía funcionar. Eso sí, en todo, todo no han estado de acuerdo. Salvador lo respeta, pero no termina de creer que su cita sea bisexual.
Salvador ha querido que su cita supiera algo de él y le ha dejado una caja con las cositas que más representan sus gustos y su trabajo. Es diseñador y le ha dejado a Antonio una flores y unos pendientes en una cajitas. Cosas que le han hecho tener claro que estaba ante un joven al que le gustaba la moda, el Rocío y el arte andaluz igual que a él. Se han visto y se han gustado, eso sí Antonio pensaba que su cita iba a ser una chica.
Asegura que siempre ha estado con chicas e incluso, estuvo a punto de casarse. Sin embargo, sintió que tenía que cambiar de vida y de amigos, conoció a un chico y se dio cuenta de su bisexualidad “me dicen que soy un vicioso, pero no soy un vicioso, me enamoro de las personas”. Cuando le ha contado a Salvador que era bisexual, él ha tenido sus dudas con lo poco que le conocía.
Y en el momento que le ha preguntado si le gustaba salir y por los locales de ambiente de Torremolinos, Salvador ha tenido más que claro que Antonio no era bisexual: “Una persona bisexual no se interesa por el ambiente, tú eres más maricón que yo y ya está”. Algo que no importa porque se han gustado y se han quedado con ganas de más.