A Ricardo les estaba gustando su conversación con Inma y aunque, físicamente no le había sorprendido, quería conocerla mejor. Le ha explicado que él es un hombre tranquilo al que le apasiona la pesca e ir al bar para tomarse su cortado con pintxo, sí, pedir un café cortado y que le pongan un aperitivo salado para acompañarlo. Inma ha flipado y ha demostrado que no entendía nada, ni que cambiara la tostada por una croqueta ni que le hubiera puesto a un hombre así, ella había pedido un chico moreno y este era rubio y no hablaba nada más que de ir a pescar.