Luis Reynaldo y Claudia no han terminado de conectar durante la cena y cuando parecía que la música les podía conseguir unir, un espejo les ha terminado de separar. Los espejos están para mirarse y el joven no se cansa de hacerlo.
Luis Reynaldo y Claudia se han dejado llevar por el ritmo de la música y la cosa empezaba a fluir cuando él ha visto que había un espejo enorme en el que mirarse. Se ha olvidado de todo y ha seguido bailando, pero con él mismo frente al espejo. Claudia le ha dicho en tono de humor que era un poco egocéntrico, pero él ha tenido claro que los espejos están para eso y que él es “un chico lindo” al que no se cansa de mirar.
Claudia ha tenido claro que no era el hombre que estaba buscando y lo ha terminado de confirmar al saber que él quería tener hijos y para ella no es algo que esté entre sus planes ni ahora ni dentro de unos años.