El peculiar sentido del humor de Jaime ha sido el hilo conductor de una cita muy divertida en la que poco a poco, Verónica ha ido diciendo adiós a los nervios que se habían apoderado de ella. Es más, al conocer los requisitos que Jaime pedía en una mujer, ha respirado tranquila porque los cumplía todos.
Siempre con mucha ironía y sentido del humor, Jaime le ha ido contando a su cita cómo había sido su vida, sus gustos, aficiones… Incluso, le ha contado en el terreno del amor había sido un náufrago y que habían sido muy pocos lo barcos que le habían invitado a subir. Respecto a lo que busca en una mujer asegura que busca a una chica “sea bípeda, alfabetizada, que no sorba el café y no se chuperreteé el dedo para pasar las hojas de los libros”.
Características que cumple Verónica, aunque saber con qué dedo exacto se chupan las señoras murcianas para pasar la página, le ha hecho dudar a Jaime de que ella no lo hiciera.