¡Quiero salir corriendo! Las primeras impresiones más desastrosas de ‘First Dates’
Una primera impresión puede acabar con tu cita desde el primer momento
"¡Qué me estás contando!" Quedarse con la primera impresión de tu cita no es una buena idea
No todas las primeras impresiones son malas en 'First Dates': "Esto promete"
Somos de tener perjuicios, de quedarnos con las primeras impresiones, de juzgar a la gente por su apariencia física y de creer que un príncipe azul va a venir subido a un caballo blanco a rescatarnos, admitámoslo. Aunque algunos solteros alardean de tener las cosas muy claras y saber exactamente lo que están buscando, lo que hacen es no darle una oportunidad a la persona con la que el destino ha querido que coincidieran. ¿Se equivocan?
No nos engañemos, hay veces que pasa, pero es muy complicado que cruce la puerta de ‘First Dates’ la persona que sueñas. Suele ser más alta, más baja, estar más gordita, no tener pelo, usar una ropa que no te gusta demasiado… Pero todas las personas que se olvidan de lo que venían a buscar y se centran en la persona que acaban de conocer, no sabemos si enamorados, pero sí terminan su cita con una sonrisa.
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Eso sí, hemos tenido mucho solteros que se quedan con la primera impresión, se olvidan incluso de la educación y desaprovechan la oportunidad que les ha brindado la vida. ¿Qué no te lo crees? Prepárate porque no solo ellos, hasta nosotros y el equipo se han echado las manos a la cabeza ante la actitud de algunos.
Muchos dicen que la primera impresión es la que cuenta y si comienzas tu cita en ‘First Dates’ echándote las manos a la cabeza y con un “¿Es mi cita? ¡Qué me estás contando!?” La cosa no pinta bien, pero nada bien.
Si venías buscando a un Richard Gere o un George Clooney y no encuentras lo que buscas, cualquiera te recuerda a Fernando Esteso o sino, que se lo digan a Rosicler… ¡Qué chasco!
Pero en el amor no es buena idea quedarse solo con el envoltorio del bombón que tienes
O si lo tienes tan claro, sal corriendo y no esperes a que Matías te dé el pistoletazo de salida.
Dicen que más vale una vez colorado que ciento amarillo eso sí, siempre con educación y con respeto.
En el restaurante hemos visto de todo pero casi con seguridad, el momento en el que los solteros no se gustan y se hace el silencio nada más conocerse, es el más incómodo que se puede vivir.
Y cuando decimos silencio incómodo, lo decimos con todas las letras. En la cita de Julián y Alejandro, ni Matías sabía qué decir “¡Esto promete!”.
No todo lo que mal empieza, mal acaba. Si recordamos la cita de Sol y Julián comenzó con un “No me gusta, no me gusta... pero nada” y terminó mejor que bien.
Como Carlos Sobera no para de repetirnos, hay que darle una oportunidad a esa persona que te han puesto en frente antes de saber que no es lo que estaba buscando. Mirad Elena que vino buscando a un chico que acabara de salir de una rave y terminó seducida por el doble de Santiago Abascal.
Aunque seamos sinceros hay veces que no quedarte con la primera impresión es casi una misión imposible. Cenar con Joker no está en los planes de nadie.
Y otras en las que casi te haces “caquita” cuando esperas a una chica y tú cita es un chico.
Nos hemos encontrado con solteros que no terminan de darse cuenta de que la persona que tienen al lado es su cita…
... O que se quedan embobados con las técnicas de Matías y la decoración del restaurante.
Y aunque hay veces que la primera impresión dura hasta el final de la cita y nos regala una cena llena de mentiras…
... Hay primeras impresiones que son buenísimas y que consiguen que la cita comience calentita, calentita.