Pol ha llegado a ‘First Dates’ con la receta mágica para enamorar a su cita y le ha pedido a Matías que le dejara convertirse en el camarero para sorprender a Ainhoa con su chupito más especial, el chupito del amor “Es triunfador, os lo aseguro. En el pueblo he sido celestino”.
Pol ha llegado a ‘First Dates’ con las cosas muy claras y nada más llegar nos ha desvelado uno de sus grandes secretos, su tatuaje más persona. Nos ha contado que sus amigos “me llaman el Tigre, el amigo loco, sin límites…” y ese mote tiene un motivo más que justificado. Tiene un enorme tigre tatuado en la tripa que no ha dudado en mostrar a media España.
Lleva un año y medio sin pareja y convencido de que su suerte iba a cambiar, le ha pedido a Carlos Sobera convertirse en camarero por unos minutos y prepararle a su cita su famosos “chupito del amor”. Matías le ha decidido con gusto la barra y él ha tenido claro que su particular pócima no iba a fallar “El chupito del amor es triunfador, os lo aseguro. En el pueblo he sido celestino”.
Más allá de los parecidos de Ainhoa “Dicen que me parezco a la Bad Gyal y a la Oriana, a la Oriana creo que por el carácter”, la soltera ha dejado impresionado a Carlos Sobera con la manicura que había elegido para conocer al que podía ser el amor de su vida en ‘First Dates’. “Llevas uñas imantadas”, le ha dicho el presentador sorprendido con los pompones que lucía en los dedos “son muy prácticas sobre todo para lavarte las manos”, le ha respondido ella.
A Ainhoa le han gustado muchos los tatuajes de Pol, le ha dado muy buena impresión y acostumbrada a sabores fuertes, no le ha dicho que no a su particular “chupito del amor”. Al ver el vaso ha sentido que ella no iba a ser capaz de tomárselo de un solo trago, pero se ha venido arriba y tras un chin chin, su cita ha comenzado con amor y un poquito de Jagger.
Carlos Sobera ha querido saber cómo veía a Pol tras tomarse el chupito “más guapo, más interesante, más atractivo…” y Ainhoa le ha dicho que le seguía viendo igual de bien que antes de tomárselo. Su cita comenzaba con buen pie. Él por su parte, estaba encantado con ella “físicamente está brutal, tiene un culo que deslumbra en cualquier ojo”.
Actualmente Ainhoa se dedica a limpiar en una guardería, pero tiene claro que no es un trabajo que le pegue y lo que realmente quiere es “hacer uñas y cantar, lo de limpiar en mi casa”. Los jóvenes estaban hablando de sus profesiones y metas en la vida, cuando Lidia Torrent les ha servido la comida y la soltera ha soltado un “A mí esto no me gusta”. Ella se esperaba “la verdura con patata catalana de toda la vida” y la parrillada de verduras que le ha servido Lidia le ha dejado muda. A Pol tampoco le ha encantada pero ha intentado camuflar los sabores pidiendo sal y pimienta.
Superado el momento comida, Pol le ha contado a Ainhoa que sus amigos le llamaban el Tigre y ha despertado su curiosidad por ver su tatuaje más grande. Algo que ha estado a punto de suceder porque se ha sentido ofendido. Ainhoa le ha dicho que tenía cara de infiel y no le ha creído cuando le ha dicho que no había sido infiel jamás. “Te saco el tigre aquí mismo”, ha asegurado indignado y poniéndose de pie.
Ainhoa se lo ha tomado con humor y se ha reido cuando él ha continuado la broma con un “Tengo el tigre y Tigretón, ¿cuál quieres?”. “Yo primero le quiero ver el Tigre, el de la barriga, el Tigretón ya se verá”, ha respondido ella antes de que la cita tomara temperatura y comenzaran a hablar de sexo. Ainhoa y Pol se han atrevido a jugar al Rasca del Amor y se han seducido mutuamente. A ambos les excita que les besen el cuello y poco a poco ha ido subiendo la temperatura de su cita.
Tras un ratito en el reservado y confesarse lo que más les había gustado del otro, Pol y Ainhoa han tenido claro que querían volver a verse “la tengo cerquita”. Ambos se volverían a tomarse juntos otro chupito del amor.