Pepe es un bailarín de 83 años al que no se le resiste ningún tipo de danza. Maneja la salsa, la bachata y baila kizomba. Aunque no le faltan compañeras de baile, acudía al restaurante del amor para encontrar una mujer que comparta su misma pasión.
Ha cenado con Pili, una mujer que también ama el baile y que se considera una mujer “exigente”. Es muy presumida, se maquilla hasta para ir a por el pan y en sus redes sociales cuenta con varios seguidores, todos muy jóvenes, que se interesan por su faceta de influencer.
En su cita han hablado, compartido experiencias y hasta se han lanzado a bailar. Pepe se ha mostrado encantado con la cita, pero Pili no ha sentido química con él: “A mí me hubiera gustado encontrar un hombre más joven, de unos 40 años”, decía ella.
La edad ha sido un impedimento para ella y se ha negado tener una segunda cita romántica con Pepe: “Es muy majo y todo, pero aspiraba a un hombre de unos 40 años”. Eso sí, no se ha dicho que no a seguir conociéndolo con el objetivo de "ser amigos".