Pedro ha venido al restaurante de ‘First Dates’ con dos y quizás tres objetivos: destapar la gran mentira que considera que es su vida, encontrar a una persona que le acompañe hasta su funeral y de paso, conocer a Carlos Sobera que le parece un hombre “encantador” y “muy familiar”.
Pedro ha entrado en el restaurante como un auténtico huracán de alegría y verborrea, dejando claro que era su gran momento porque por primera vez se iba a mostrar tal y cómo es. Lleva 42 años mostrando a alguien que en realidad no es y eso “me pone muy nerviosa, estoy cansada de mentirme a mí misma y no expresarme como me quiero expresar”. Pedro asegura que su padre no sabe nada de su homosexualidad y que su madre lo intuye, pero que jamás han hablado del tema.
Algo que Juan Carlos, su cita, ha dudado porque Pedro le ha recibido en “modo loca” cantándole una canción de Muse y muy excitada. Sin embargo, le ha hecho mucha gracia y ha decidido dejarse llevar por una cita muy divertida en la que prácticamente no ha podido abrir la boca porque Pedro tenía muchísimas cosas que decir.
No sabíamos si Juan Carlos quería ser la persona que acompañara a Pedro hasta el día de su funeral, pero sí que se lo estaba pasando bien y no ha dudado en atreverse a jugar y regalarle a su cita un beso de película y otro eterno. Lo que no le apetecía demasiado es que Pedro le diera un tercer beso después de haberle dado calabazas: “No te quedes con las ganas”.