Habían hablado de gustos, aficiones, trabajo, cosas chungas… La cita de Verdu y Marina estaba fluyendo tan bien que la joven se ha atrevido a sentarse junto al soltero a pesar de tener fobia al contacto físico. Lo que no podía imaginar es que Verdu estaba a punto de lanzarse a su cuello.
Marina le ha explicado a Verdu nada más conocerle que no le gustaba nada de nada que la tocaran y ha asumido que él era un chico más que cariñoso. Como su cita ha ido tan bien, ella se ha atrevido a sentarse junto a él en el reservado y a jugar a las bolas del amor, pero esperaba que cada uno tuviera su espacio.
Verdu se ha lanzado a la piscina y olvidándose de que no podía tocar a Marina, le ha dado un repentino mordisco en el cuello. Ella ha hecho un verdadero esfuerzo para no golpearle al sentir que la mordía y ha salido corriendo. Verdu se acababa de saltar la primera normal que le había puesto.
Menos mal, que no hay nada que no arregle el himno del Betis y tras cantarlo, los solteros se han vuelto a sentar juntos, abrazar y dejar claras sus ganas de seguir conociéndose.