Podría intentar engañar a la gente, pero el acento de José María le delata desde el primer momento y es que los que son mañicos, no se pueden esconder. Menos mal, que a su cita le ha gustado mucho saber que es original de Zaragoza y algún que otro secreto de su tierra.
Cuando se han conocido en la barra, ambos han sentido que el uno era la cita del otro. José María se ha sorprendido con los ojos azules de Victoria, pero él había pedido una mujer morena y bajita, más o menos como Ana María. Ella le había pedido más joven, pero al verle ha sabido que era el hombre con el que iba a cenar.
Durante la cena han hablado de todo y han sentido que tenían muchas cosas que les unían, pero también han encontrado algunas que les separaban, como la distancia. José María le ha preguntado a su cita qué si sabía de dónde era y ella lo ha tenido clarísimo “Mañico, ¿no?”. Momento que el de Zaragoza ha aprovechado para bromear sobre su acento y su provincia “En Aragón todo termina en ico menos el choricico que termina en cuerda”.
Un divertido dicho que ha conseguido que se olvidaran por un momento de la distancia que separa Zaragoza de Barcelona, la ciudad en la que reside Ana María.