Jen y Mariu se han gustado a primera vista y más aún cuando han comenzado a conocerse. Jen se ha interesado por la bisexualidad de su cita y ha terminado confesándole que ella y su madre en tema de sexo no tiene secretos ni tabúes.
Jen le ha contado a Mariu que en su familia hablan de sexo con total naturalidad y que aunque al principio le daba un poco de vergüenza, cuando su madre le regaló su primer consolador, la cosa cambio. “Le dije que lo que más me gustaba era metérmelo en la boca y ella me contaba sus cosas”. Entre madre e hija hay un grado máximo de sinceridad en temas sexuales e incluso, ha contado que cuando hizo un trío por primera vez, a la primera persona que se lo contó fue a su madre.
Jen ha querido saber si cuando se llevaba a casa a sus amigas practicaba sexo con ellas y Jen le ha dicho que sí y que además, su habitación estaba pared con pared con la de su madre. De hecho, una vez su madre la pilló en plena faena, pero en lugar de regañarle, le dijo que la próxima vez le avisara para no entrar “desde ese día siempre llama a la puerta”.