Lidia y Salvador ha puesto sus cinco sentido en conocerse mutuamente y aunque, han encontrado algunos puntos de conexión ella ha sentido que no era su hombre hasta que le ha visto mover las caderas “Baila muy bien y eso en un hombre es de valorar”.
Aunque Lidia y Salvador estaban haciendo un esfuerzo por encontrar puntos de conexión el uno en el otro, los hijos y el terreno sexual parecían haberles alejado por completo. Y decimos parecía porque en el momento que han llegado al reservado, ha sonado la música y sus cuerpos se han fundido a ritmo de bachata, la cosa ha cambiado por completo.
Salvador le ha demostrado a Lidia que además de ser un hombre tradicional en el sexo se mueve de maravilla y eso a ella le ha encantado. Le ha gustado tanto que en lugar de leerle lo que le había tocado en la bola del amor, se ha lanzado a morder su labio inferior y ya, como si no hubiera un mañana.
A Lidia le ha cambiado por completo el concepto de Salvador y ha querido tener una segunda cita con él para conocerle mejor eso sí, le ha dejado claro que ella le da mil vueltas. Veremos quién sorprende a quién en la segunda cita.