Aunque Álvaro ha llegado al restaurante confesando que su cabeza "no va bien" y no ha tenido ninguna suerte en el amor, su cita con Edwar ha ido viento en popa. Los dos han hablado de sus experiencias en pareja y del descubrimiento de la homosexualidad y han tenido muy buen rollo durante toda su cena.
Los dos se han sentido tan cómodos, que han hablado abiertamente de lo mucho que les gusta el sexo. En concreto, Álvaro ha dado detalles de cómo sería su fantasía sexual perfecta: "Yo considero que hay dos grandes placeres en la vida: el sexo y la comida. Así que lo que me gustaría es juntar las dos cosas y hacer mientras me como una pizza o algo de chocolate".