Nicolás no era el hombre alto y con barba que Esperanza estaba buscando, pero tras una cena y un baile, ha sentido que podía ser el hombre de su vida. Esperanza quiere vivir la vida a tope y tiene claro que se quiere ir a vivir a Carboneras con él.
Según iban transcurriendo los minutos de la cita, Esperanza se ha ido olvidado del físico de Nicolás y ha sentido que la barba no era tan necesaria cómo había pensado. Nicolás la ha ido ganando poquito a poquito y Esperanza ha terminado la cita haciendo las maletas para cambiarse de pueblo.
“Me voy a vivir con él”, ha asegurado llena de ilusión y deseando vivir al máximo su historia con el soltero. Nicolás también estaba encantado de conocer a Esperanza y le ha dejado claro que le gustaría tener dos, tres o las citas que hicieran falta con ella.