¿Te has imaginado alguna vez volver a ver a ese chico que te volvía loca? ¿Crees que años más tarde podrías volver a tener una relación con tu súper rollete de los 18? Jonathan y Victoria jamás se habían planteado algo así, pero el destino y la magia de ‘First Dates’ les ha vuelto a reunir cinco años después de que tuvieran una relación. ¿Continuará viva la magia entre ellos?
Jonathan buscaba a una chica a poder ser rubia y divertida, y Victoria ha cruzado la puerta de ‘First Dates’ con el único requisito de encontrar a un chico que la respetara. Ambos esperaban al amor de sus vidas y no podían imaginar que iba a entrar esa persona que removió todas las hormonas de su cuerpo cuando ambos acababan de cumplir la mayoría de edad.
Los jóvenes han tardada un poquito en reaccionar, pero rápidamente le han contado a Carlos Sobera que se conocían. Los dos son de la zona sur de Madrid y habían vivido más de una aventura juntos. Se gustaron muchísimo, pero también se dejaron de ver si decirse adiós y sin importarles demasiado. ¿Por qué ha querido el destino juntarles de nuevo? Se han preguntado y han aceptado cenar juntos en el restaurante del amor.
Desde el primer momento, Victoria ha tenido la sensación de que Jonathan era ya un hombre y no exactamente el que la hacía vibrar hacía cinco años “no me gusta tanto como antes”, ha asegurado. Él sin embargo, estaba flipando con la mujerona en la que se había convertido la niña rusa con la que se lo pasó tan bien en la adolescencia. Con la curiosidad de si el destino les tenía preparada una segunda oportunidad, han ido descubriendo cómo habían sido sus vidas y recordando aquellos maravillosos años.
En un momento dado de la cita, la música ha comenzado a sonar en el restaurante y podría haber sido el momento exacto para que ambos volvieran a unir sus cuerpos, pero mientras que ella se ha dejado llevar, a Jonathan le ha podido más la imaginación y los nervios y se ha quedado un pelín bloqueado. Mientras que él tenía claro que físicamente no tendrían ningún problema de conexión, ella ha sentido que a él le faltaba movimiento y que no era lo que estaba buscando.
No es lo mismo un amor de 18 años que uno a los 25 y tras darse cuenta de que no tenían ni los mismos gustos ni los mismo sueños ni metas parecidas en la vida, Jonathan y Victoria han tenido claro que su tren pasó de largo y que no era el momento de volver a tomar otro juntos. Eso sí, no descartan poder tener algún otro contacto para pasar un buen rato.