Juan Antonio llegaba muy convencido de sí mismo a ‘First Dates’ y con las cosas muy claras: Soy un tío muy raro. Me gusta hablar me gusta divertirme, me gusta pasármelo bien… aunque esté jodi***, siempre busco una sonrisa.
Tras explicar el origen de su apellido, Tell, y de mandarle un mensaje a sus compañeros de trabajo que fueron los que presionaron para que se embarcara en esta aventura, Juan Antonio se disponía a conocer a su cita, aunque para nada esperaba su reacción.
Elisabeth quedaba prendada de Carlos Sobera nada más entrar por la puerta del restaurante y no lo ocultaba. “Yo es que te quería a ti”, le decía la comensal mientras le abrazaba. “Me he enamorado, ya sé que no puede ser, pero… ¡es guapísimo!”, comentaba ella.
Desde la barra, Juan Antonio no salía de su asombro, aunque contaba con el apoyo de Matías. “Los hombres de pelo blanco están de moda”, intentaba consolarle el camarero. “Evidentemente no hay color, aunque yo tengo un tipazo porque solo hace falta verme que estoy desarrollado por todos los lados, pero el señor Carlos Sobera, es el señor Carlos Sobera…”, decía Juan Antonio resignado.
Aunque antes de empezar la cita el comensal se mostraba optimista: “Me lo voy a tener que currar porque es una señora… pero yo creo que la batalla la tengo ganada”. Elisabeth, por su parte, y dejando de lado a Carlos Sobera, parece que lo tenía claro desde el principio: “No me ha gustado a primera vista, se le ve una persona divertida, pero no me ha gustado, he visto algo que no me ha gustado”.